Soy dueño
de una simple tristeza.
Una tristeza
como una hija enferma
me lastima.
Sin embargo
no puedo
no quiero
abandonarla...
dejar que muera.
Seria inútil
debo cuidarla
mimarla
aunque en ello
se me vaya la vida.
Mi esperanza
su recuperación...
quizás mejore
y sonría
como una hija
agradecida
y yo...
tal vez yo
entonces
una lágrima
un poco de luz
que respira
profundo
y pausado...
pero solo
una vez.