No puedo decir nada
no es que no quiera.
Es solo que no me importa.
Si, eso, que no me importa un carajo.
- ¿como?
Digo, que todo me importa una mierda.
No creas que siempre lo supe, no. Fue un conocimiento gradual, una enseñanza larga y tediosa.
La madre experiencia castrando tu imaginacion una y otra vez. Hasta que tu hastio comienza a susurrarte lentamente y en forma imperceptible (al principio todo era imperceptible), sos un gusano, una insignificante cucaracha, una rata miserable y nauseabunda.
Los primeros dias negar la idea era lo mas sensato, aferrarse a creencias metafisicoreligiosas era una solución, nunca funcionó.
Despues de tanta insistencia, no pude menos que asimilar el concepto, sobrevino una tristeza infinita; yo era nada, esa escasa pero contundente afirmación me demolia por completo, me vaciaba. Cómo no sentirme triste, triste entonces, tan agobiado, tan fatigado de existir, un niño-nada, llorando y cagando.
Me acostumbre a éllo (de todas maneras el niño nunca la pasó mal de verdad) y el miedo ya no fue tan grande ni la soledad tan inabarcable. Si estaba solo y era una mierda, pero qué mas podia pedir. Muchos no tendrian ni siquiera una migaja de esa ignorante sabiduria.
Mi vida ya no era ni buena ni mala, pero al menos ya era una vida y era mia.
La inteligencia empezo a crecer, a desplazarse constante-mente, a expandirse como la noche y en la oscuridad aparecieron estrellas, supe que ahi habia luz, energia. Mi ignorancia temblo por primera vez. La reflexion espontanea de la razon, reflejo acuoso, especular, raiz de la propia identidad, gelatina metamorfosica de la memoria.
El instinto ciego del animal, con la artificial esencia de la humanidad, el progreso de la razon, creando incesantemente la conciencia eterna del ser.
La raza encima del planeta, girando rutinariamente sobre si misma y en torno al sol. La especie (soberbia e inhumana especie) mareada, despues de tantos giros, inevitablemente confundida.
Tener la unica certeza universal, enfrente de nuestras narices y precipitarse neciamente en la ilusion de nuestras propias mentiras, desoladas criaturas temiendo ser libres; por la estupida herencia genetica que nos ata a los errores de los otros, que nos esclaviza, nos acostumbra somniferamente a los mismos grilletes.
Irrisoria seguridad
percepción metaconciente
de la inteligencia
escribir para los sentidos
o escribir por los sentidos.
No puedo estar aca, no quiero ser humano, si eso significa ser como los demas.
La muerte nunca es emancipación y la vida no deberia dejar de serlo jamas; obstinación, obsecación del escaso espiritu que nos queda.
¿ Y el amor? ¿donde esta? ¿cuantas vidas salvó hoy? y ¿cuantas inventara mañana?.
Una hiena sarnosa, riendose de las desgracias ajenas, ese soy yo, o ese tal vez quiero ser.
Si no puedo evitarme almenos puedo tolerarme.
Siento un hueco en el estomago, como si tuviera un melon de plomo depositado en él. Una esfera intangible, que me obliga a pensar, me impone no olvidar que es, exactamente, lo que no soy, lo que no quiero ser.
Acción y contracción el embarazo prematuro de la razon.
Quizas parezca excesivamente simple pero mientras mas conozco a las personas, mas facil me resulta soportarme. Parece natural que uno piense siempre en si mismo, prioritariamente, condición primaria de la supervivencia individual, miserable y egoista, por cierto, pero supervivencia al fin.
Solo huyendo de mi mismo pude descubrir quien no era, necesidad irracional de olvidar quien era, aferrarse a ideas, lugares, personas, cualquier cosa que evite el egocentrismo totalizador. Pensar, pensar ininterrumpidamente, agobiante tarea para un animalito que solo pretende vivir libremente.
Este mundo, mi mundo, esta saturado.
Solo queda esperar
que el humo dulce
traiga paz.
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