Mi hija.

Soy dueño

de una simple tristeza.

Una tristeza

como una hija enferma

me lastima.

Sin embargo

no puedo

no quiero

abandonarla...

dejar que muera.

Seria inútil

debo cuidarla

mimarla

aunque en ello

se me vaya la vida.

Mi esperanza

su recuperación...

quizás mejore

y sonría

como una hija

agradecida

y yo...

tal vez yo

entonces

una lágrima

un poco de luz

que respira

profundo

y pausado...

pero solo

una vez.

Orgullo

Siembras tempestades

por no vivir

a medias tintas.

Te quedas solo

en medio de la tormenta

y pides a gritos

un poco de sol.

Maldices

tu arrogancia

por toda

la eternidad.

Intelectoreflejo

El lugar cuasidesierto
un reflejo inesperado del espíritu
tristemente desolado.
El espejo del baño me advierte
de esta cruel alegoría del destino
y veo mi magra imagen
apenas mejorada por el brillo del cristal mudo.
Hurgo en los irreales pliegues
de ese mágico liquido petrificado
y encuentro al otro
que aun
me es ajeno
hasta en el escalofrío
de la igualdad aparente.
El pensamiento
va allá
y vuelve a este lado
-¿soy yo? o ¿es el?-
he imperceptiblemente
retorna a enraizarse
en la región inmaterial
de la memoria.
Eso
una habitación sola
rodeando a un hombre vació
que piensa.

TRIP...

Sobre la mentira de uno mismo

reposar la conciencia

del alma

intacta

inmaculada

como una desesperada

virgen.

Brisas Apocalipticas. Aleatorias

Subes la empinada cuesta
obstinada actitud del tiempo
dejarme siempre sin amparo

Ya quieres
sino hieres

Pisas tan hondo
que cansas tu paso

No mires
No sabes
No puedes

Standby Generation. Animia

La acompañe hasta su casa
le dije
-hasta mañana-
-que duermas bien-
Por dentro pensaba
(ojala no se muera mañana;
sino el martes va a ser
un día definitivamente triste)
supongo que no me anime
o no tuve ganas de explicarle
que no hay nada en absoluto
que me una a ella
pero no lo hice
creo que es
porque en realidad
tampoco existe nada
que me separe.